Apocalipsis 9 – La quinta trompeta (Tema 99)
Tal como hemos establecido en el tema anterior, el capítulo 9 del Apocalipsis es una descripción detallada del rol y actuar del Islam en la historia en su lucha milenario contra Roma (Occidental y Oriental) y el catolicismo en general. Antes de comenzar este estudio le invito a leer el capítulo completo de Apocalipsis 9 que contiene la descripción de la quinta y de la sexta trompeta, es decir de los primeros dos “ayes”. Y preste atención a la similitud de los símbolos que trascienden estas dos trompetas y al incremento respecto a la intensidad y la gravedad de la quinta hacia la sexta trompeta:
La quinta trompeta
“El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra;y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.” Apocalipsis 9:1-12.
La sexta trompeta
“El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.” Apocalipsis 9:13-21.
En la descripción de la quinta y sexta trompeta de Apocalipsis 9 encontramos casi tres docenas de símbolos proféticos que caracterizan los diferentes aspectos del Islam (enfocando sobre todo su origen geográfico, su misión, su impresionante expansión y los aspectos bélicos de sus conquistas a lo largo de su historia) y además encontramos dos tiempos proféticos. Nos habla de una “estrella”, de una “llave”, del “abismo”, del “humo”, de “langostas” y “escorpiones”, de “hierba”, “cosa verde” y “árboles”, del “sello de Dios”, de las “frentes”, de “caballos”, “coronas de oro”, “caras humanas”, “cabello de mujer”, “dientes de leones”, “corazas de hierro”, “ruido de alas”, “colas de escorpiones”, “aguijones”, del “ángel del abismo”, del “río Éufrates”, de “ejércitos de jinetes”, de “corazas de fuego”, de “zafiro” y “azufre”, de “cabezas de leones” y de “fuego, humo y azufre”. Es necesario que toda esta vasta cantidad de símbolos encajen perfectamente y sin contradicción en la historia y en el actuar del Islam. Y es necesario que los dos tiempos proféticos mencionados (“cinco meses” y “hora, día, mes y año”) tengan también su perfecto y preciso cumplimiento histórico, para tener una interpretación firme.
Continuidad y creciente intensidad de la quinta a la sexta trompeta
Al hacer un corto análisis comparativo de la quinta y sexta trompeta, nos damos cuenta que hay una directa continuidad y una creciente intensidad y gravedad entre la quinta y la sexta trompeta. Como veremos a lo largo de este tema (y de los dos siguientes), la división entre estas dos trompetas apocalípticas marca la diferencia entre las dos diferentes fases de la historia del Islam en su larga lucha sangrienta contra Roma, y describe además dos diferentes ejércitos musulmanes con sus avances tecnológicos, respecto a su armamento bélico.
Veamos primero las similitudes entre la quinta y la sexta trompeta:
- Ambas trompetas nos hablan de ejércitos de guerra con sus “caballos”, “corazas” y “colas” y que son se asemejan a furiosos “leones”.
Ahora fijémonos en el incremento de intensidad y gravedad:
- Mientras que en la quinta trompeta nos habla de “muchos carros de caballos”, la sexta trompeta nos menciona que “el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones”. Mientras que en la quinta trompeta nos dice “no que los matasen, sino que los atormentasen” solamente, la sexta trompeta nos menciona “a fin de matar a la tercera parte de los hombres.” Mientras que las “colas” mencionadas en la quinta trompeta son “como de escorpiones”, las “colas” de la sexta trompeta son “semejantes a serpientes”. Y sabemos que la mordida del escorpión duele pero no mata, mientras que la mordida de la serpiente es venenosa y mortal.
La intensidad de la sexta trompeta se incrementa aún más al mencionar “tres plagas” en forma de “fuego, humo y azufre”, que la quinta trompeta no mencionaba, y que las personas “ni aun así se arrepintieron” desus pecados (idolatría, homicidios, hechicerías, fornicación y hurtos).
Los hijos del oriente
Volvemos al inicio de la descripción de las siete trompetas del Apocalipsis. La introducción a las siete trompetas nos presenta algunos elementos pertenecientes a Arabia, haciendo alusión a los árabes e indicando que son introducidos y presentados aquí en las trompetas. La mente del lector atento es dirigida al contexto de Arabia. Por ejemplo se nos habla de un “incensario de oro”. Apocalipsis 8:3.
Tanto el incienso como el oro fueron importados desde Arabia hacia Israel. Gracias a los hijos del oriente, los hebreos tuvieron de esta manera el incienso necesario para sus ritos diarios sobre el altar del incienso.
También los presentes que trajeron los magos del oriente a Jesús en su nacimiento incluían “oro” e “incienso”. Mateo 2:11.
Las langostas
La descripción de la quinta trompeta menciona dos veces a las “langostas” que como sabemos salen del desierto arenoso de Arabia y son un símbolo bíblico para los “hijos del oriente”.
“Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud.” Jueces 7:12.
“Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla.” Jueces 6:3-5.
El pozo del abismo
También el “pozo del abismo” que se abre en la quinta trompeta, del cual subió el “humo” y del cual “salieron langostas sobre la tierra” (Apocalipsis 9:2, 3), hace alusión a los vastos territorios arenosos y desérticos de Arabia, pues la palabra “abismo” viene del griego `abyssos´ y se refiere a la profundidad o un lugar sin fondo.
También el libro histórico alemán “Las grandes Religiones del mundo” describe al Islam como la religión que “fue traído del abismo del desierto”, como veremos en unos instantes.
El “abismo” es un símbolo del vasto desierto de Arabia, cubierto de arena. En cierto sentido `un lugar de nadie´ donde la vida apenas es posible.
Es como el simbólico `desierto de agua´ del mundo cubierto de agua del principio al que hace alusión al usar el mismo término de “abismo”. Génesis 1:1, 2. Y es también la misma palabra utilizada en el relato del Diluvio cuando dice que “fueron rotas todas las fuentes del grande abismo” para traer el Diluvio sobre la tierra. Génesis 7:11. Y por último, al final de la historia humana (cuando retorne Jesucristo), la tierra se convertirá nuevamente durante mil años en un lugar desierto e inhabitable, con el simbolismo final del “abismo”. Vea Apocalipsis 20:1-3.
El libro histórico alemán “Las grandes Religiones del mundo” describe al Islam como la religión que “fue traído del abismo del desierto.” Dice así:
“En el año tras la muerte de Mahoma, incursaron los ejércitos de a caballo (hordas de jinetes) del Islam sobre las fronteras de Arabia en los países vecinos completamente sorprendidos, que hasta ese momento no sabían casi nada de la existencia de la nueva fe. Bajo la dirección capaz de los primeros tres califas, Abu Bakr, Omar y Osman, necesitaron menos de dos décadas para conquistar los principados de Medio Oriente. Siria cayó en el año 635, el Irak 637, Palestina 640, Egipto 642 y el gran reino persa en el año 650… Los ejércitos islámicos victoriosos avanzaron con tanta rapidez, que inicialmente no tuvieron tiempo de convertir o gobernar los territorios conquistados. Se contentaron con imponer tributos a sus súbditos. Si éstos pagaron, entonces se les dejó en paz con sus asuntos internos. Pero cada vez con más grandes números los nuevos súbditos aceptaron la fe, que les fue traído del abismo del desierto.” Die Grossen Religionen der Welt. Christentum, Judentum, Islam, Buddhismus, China, Hinduismus. Knaur / Volksausgabe. Págs. 94, 95.
Es importante saber que las langostas se originan en las vastas extensiones arenosas de la península Árabe.
Y tal como “las fuentes del grande abismo” se abrieron (Génesis 7:11) y la tierra fue nuevamente convertida mediante el Diluvio en un `desierto de agua´, también del simbólico “abismo” del desierto árabe vinieron las “langostas” y se extendieron sobre el campo fértil, inundándolo por completo.
Y tal como las langostas literales cubrieron “la faz de la tierra, de modo que no pudo verse la tierra” y “cubrió la faz de todo el país” durante la octava plaga la tierra de Egipto, ahora las langostas simbólicas cubren durante la quinta trompeta la tierra de Roma, tal como el agua del Diluvio cubrió la tierra en la antigüedad. Lea Éxodo 10:4, 5, 13-15.
En toda esta simbología Dios utilizó el mar para representar el desierto porque con sus dunas, el desierto tiene la misma apariencia del mar con sus olas. En este contexto son sinónimos divinos.
¡La quinta y la sexta trompeta describen la impresionante y rápida expansión islámica del mundo árabe y musulmán!
Los cinco meses
Y hay otro detalle que conecta la descripción de la quinta trompeta con la descripción del Diluvio, confirmando su íntima relación simbólica. Pues tal como el `agua´ del Diluvio dañó durante `cinco meses´ cuando “fueron rotas todas las fuentes del grande abismo”, también lo hicieron las “langostas” que salieron del “humo” del “abismo” de la quinta trompeta, dañando durante “cinco meses”. Compare Apocalipsis 9:2, 3, 5, 10 y analice Génesis 7:11, 24; 8:3, 4.
- ¡En el siguiente tema conoceremos el impresionante cumplimiento de este importante tiempo profético de los “cinco meses”, cuando analizaremos su aplicación histórica!
Las langostas del desierto de Arabia
Dios no pudo haber escogido un símbolo más adecuado para representar al mundo musulmán y árabe con su impresionante expansión territorial como las “langostas” del desierto, que en su simbología encierra perfectamente su rol en la historia y su cumplimiento profético.
Antes de continuar deseo expresar a todos mis lectores musulmanes que cuando Dios representa al mundo árabe y al Islam como “langostas” ¡NO lo hace como una ofensa! Dios simplemente escogió una de sus criaturas para resaltar las características de esta grande e impresionante potencia y religión que representa. Dios usa en su palabra varias veces animales para representar las diferentes potencias terrenales y/o religiones, según sus características. Babilonia era un león, Medo-Persia un oso y un carnero y Grecia un leopardo y un macho cabrío. Roma fue representada mediante una bestia terrible y espantosa, e identificada por Juan en el Apocalipsis como un dragón. Estas cuatro potencias eran paganas. Solo la cuarta y última se convirtió en cristiana católica romana. Los Estados Unidos como nación protestante son representados como un cordero que luego hablaría como un dragón. Jesucristo mismo es representado mediante diferentes animales como un cordero o un león. Y el Espíritu Santo mediante una paloma.
Veamos lo que dice el diccionario Wikipedia acerca de las langostas:
Las langostas, también conocidas popularmente como saltamontes, son insectos que se caracterizan por su gran facilidad para migrar de un sitio a otro y, en determinadas circunstancias, reproducirse muy rápidamente llegando a formar devastadoras plagas capaces de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno. Generalmente no vuelan mucho a pesar de que disponen de alas. Sólo cuando se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan las feromonas apropiadas para activar la conducta migratoria y un crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorios… Cuando el insecto se encuentra en reposo, sus fuertes alas anteriores sirven de protección… Las alas posteriores pueden tener colores brillantes para producir un destello de color cuando el insecto salta en el aire; esta demostración los ayuda a confundir a los depredadores. Algunas langostas pueden cerrar repentinamente sus alas en pleno vuelo y caer en picado para escapar de sus enemigos. Fuente.
Un artículo del `National Geographic´ complementa la información diciendo:
Las langostas han sido temidas y respetadas a lo largo de la historia y, desgraciadamente, siguen causando estragos en la actualidad… Cuando se dan las condiciones medioambientales para producir plantas verdes y favorecer la reproducción, las langostas se juntan en grandes, ambulantes y voraces enjambres… La langosta del desierto es muy conocida. Originaria de África, Oriente Medio y Asia, se encuentra en 60 países y puede cubrir un quinto de la superficie de la Tierra… Un enjambre de langostas del desierto puede tener un tamaño de unos 1.200 kilómetros cuadrados y en menos de un kilómetro cuadrado puede haber entre 40 y 80 millones de langostas… Una langosta puede comer cada día el equivalente a su peso en plantas, por lo que un enjambre de ese tamaño podría comer 192 millones de kilogramos de plantas al día. Fuente.
- Es impresionante como estas descripciones oficiales concuerdan con la historia del Islam, es decir con la descripción de las “langostas” proféticas de Apocalipsis 9.
El mundo árabe pudo “migrar fácilmente y dispersarse por otros territorios”, “reproducirse rápidamente” (literal y espiritualmente) y llegó a ser una verdadera “plaga” para Roma y el catolicismo durante muchos largos siglos. La descripción también confirma su capacidad militar con sus “fuertes alas de protección” y al enfatizar sus estrategias militares para “confundir a los depredadores” con sus “colores brillantes”, su “destello de color” y cambio de estrategia “para escapar de sus enemigos”. Más adelante analizaremos esos “colores brillantes” que Dios utiliza en Apocalipsis 9:17 para describir el aspecto del ejército musulmán que son “fuego (rojo), zafiro (azul) y azufre (amarillo)”.
La quinta trompeta describe además que “el aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra” y que “el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla”. Apocalipsis 9:7, 9.
Aquí encontramos la simbología de `caballos voladores´ que son frecuentemente utilizados en la Biblia para simbolizar rapidez y control en las conquistas. Vea por ejemplo 2 Reyes 2:11, 12; Apocalipsis 19:11, 14; Salmos 68:33 y Deuteronomio 33:26.
¡El diccionario describe las langostas acertadamente como `ejércitos´ que “han sido temidos y respetados a lo largo de la historia”, así ocurrió en la historia de la expansión y de las conquistas del Islam durante más de un milenio!
El diccionario dice acerca de las langostas que “se juntan en grandes, ambulantes y voraces enjambres” y tal fue durante sientas de ocasiones cuando los ejércitos musulmanes invadieron los territorios romanos a lo largo de los siglos. El diccionario expresó acertadamente que “la langosta del desierto es muy conocida” y las tropas del Islam “han sido temidas y respetadas a lo largo de la historia”.
El diccionario dice además que la langosta es “originaria de África, Oriente Medio y Asia se encuentra en 60 países y puede cubrir un quinto de la superficie de la Tierra”. Vuelva a ver el mapa de arriba y se dará cuenta que es justo África, Oriente Medio y Asia donde el Islam está más arraigado. Y la cantidad de países que abarca (con una mayoría abrumadora o por lo menos encima del 50% de la población) es similar entre las langostas y el mundo musulmán.
El diccionario dice también que “un enjambre de langostas del desierto puede tener un tamaño de unos 1.200 kilómetros cuadrados y en menos de un kilómetro cuadrado puede haber entre 40 y 80 millones de langostas”. La profecía de la quinta trompeta todavía no menciona un número, pero la sexta trompeta destaca el crecimiento y la expansión impresionante del mundo musulmán, pues describe que “el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones.” Apocalipsis 9:16. La rápida expansión se entiende al saber que la langosta del desierto pone entre 50 y 80 huevos, y su periodo de incubación es de dos semanas. ¡Fue así como las “langostas” musulmanas del desierto árabe “oscurecieron” con creciente intensidad el cielo romano durante tantos siglos!
Significativo es también el hecho que “un gran enjambre podría comer millones de kilogramos de plantas al día”. Pero la profecía describe que “se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.” Apocalipsis 9:4. Más adelante en este tema analizaremos esta simbología sorprendente e impresionante que las “langostas” simbólicas del musulmán fueron mandadas a ir contra su propia naturaleza al proteger ciertas áreas verdes.
- Finalmente vemos que el diccionario dice que las langostas “siguen causando estragos en la actualidad”. Aquí nos encontramos con el yihadismo global que ha renacido desde el 11 de septiembre 2001 y que ya actúa actualmente en 24 naciones de la tierra, cuyo cumplimiento como “tercer ay” profético analizaremos en otro tema.
¡Las “langostas” musulmanas del desierto árabe oscurecieron el cielo romano durante siglos con sus incursiones y ataques!
Los “hijos del oriente” expandieron su reino desde un lugar pequeño en la península arábica hacia el norte (hasta el sur de Francia) y lo que hoy conocemos como Turquía.
El libro histórico alemán “Las grandes Religiones del mundo” describe la impresionante expansión del Islam así:
“La carrera victoriosa llevó a los árabes en el Oriente hasta la India y en el Occidente hasta las costas del Atlántico. Incursionaron a través del estrecho de Gibraltar hacia España y Portugal y a través de los Pirineos hacia el corazón de Francia. Aquí el rey de Francia Carlos Martell les impidió su avance en una de las batallas más decisivas de la historia mundial, la famosa batalla de Tours y Poitiers del año 732. Pero con esta victoria el peligro para el Occidente Cristiano todavía no había sido eliminado. Los Balcanes cayeron completamente en las manos del Islam, y desde 1453, Constantinopla la capital de Roma Oriental, llegó a ser mahometana…” Die Grossen Religionen der Welt. Christentum, Judentum, Islam, Buddhismus, China, Hinduismus. Knaur / Volksausgabe. Pág. 95.
¡Su rápida expansión puso un límite y una frontera geográfica y espiritual al dominio de Roma papal! Esa frontera tuvo la forma de una media luna o luna creciente; símbolo del Islam.
Las langostas tienen poder, atormentan y dañan como escorpiones
La actuación destructiva de las “langostas” de la arena del hostil desierto, es continuada e incrementada en intensidad de sufrimiento cuando la palabra de Dios los compara con otro habitante del desconocido desierto arenoso que son los “escorpiones”, mencionados tres veces en la quinta trompeta. Vea Apocalipsis 9:3, 5, 10.
La estrella que cayó del cielo a la tierra
¿Quién fue aquella “estrella que cayó del cielo a la tierra” y que “abrió el pozo del abismo” provocando la salida del “humo” que “oscureció el sol y el aire” y del cual “salieron langostas sobre la tierra”? Apocalipsis 9:1-3.
Recuerde que cuando suenan las trompetas apocalípticas, caen del cielo todo tipo de elementos y manifestaciones a la tierra como el “incensario” lleno de “fuego”, el “granizo”, el “fuego”, la “sangre”, una “montaña ardiendo”, y dos veces `estrellas´ (en la tercera y quinta trompeta). Vea Apocalipsis 8:5, 7, 8, 10; 9:1. Todas estas diversas manifestaciones simbolizaban diferentes castigos y juicios que azotaron a Roma a lo largo de su historia `cristiana´.
Mahoma
En el tema 97 vimos que en la tercera trompeta Atila, de la tribu bárbara de los hunos, fue representado mediante “una gran estrella” que “cayó del cielo”. Apocalipsis 8:10. Ahora nos encontramos en la quinta trompeta con la misma simbología, pues ¡Dios permitió el surgimiento de otro personaje que cambió la historia en contra de Roma para siempre!
¡Mahoma fue la “estrella” de la quinta trompeta “que cayó del cielo”!
¡A veces Dios representa en sus profecías a influyentes personajes históricos como “estrellas”!
Recuerde que José vio en un sueño profético a sus padres simbolizados con el “sol” y la “luna”, y a sus hermanos como las “estrellas” que se inclinaban ante él. Génesis 37:9, 10, 18, 25-28.
Pues los astros son a veces utilizados en la palabra de Dios como símbolos proféticos de personajes de honor o de autoridad. Recuerde que los hermanos de José lo quisieron matar por causa de ese sueño, pero Dios envió a “los hijos del oriente” para salvarlo y de esta manera, ese mismo sueño, se pudo cumplir más tarde.
Gracias a su fe y liderazgo, Mahoma tuvo una enorme influencia histórica mundial hasta el día de hoy. Sin Mahoma, los árabes no hubiesen llegado tan lejos en su expansión y el escenario de las simbólicas “langostas” nunca hubiese ocurrido.
La historia de los “hijos del oriente” comenzó con la profecía que los descendientes de Abraham serían como “estrellas del cielo”, refiriéndose tanto a las tribus israelitas como también a las tribus ismaelitas. Génesis 15:5; 16:10; 17:20; 21:13, 18; 25:12-18. Como “hijo del oriente” Mahoma podía rastrear su genealogía hasta Ismael y Abraham.
Estrellas positivas y negativas
Las “estrellas” que aparecen en diversas visiones y profecías de la palabra de Dios pueden ser positivas o negativas, según el contexto. Generalmente se trata de personas de autoridad, ángeles (mensajeros) o apóstoles enviados para cumplir una misión.
Ejemplos de “estrellas” positivas encontramos en Apocalipsis 1:20 donde se nos representa a los líderes de las siete iglesias como “estrellas” o en Apocalipsis 12:1 donde la mujer pura (la iglesia de Dios) es representada con 12 “estrellas” en su cabeza, símbolo de las 12 tribus de Israel y de los 12 apóstoles de Cristo. También el Señor Jesucristo mismo es representado como “la estrella resplandeciente de la mañana” en Apocalipsis 22:16. Y también “los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.” Daniel 12:3. Balaam, un “hijo del oriente” profetizó acerca de una “estrella” que saldría de la descendencia de Jacob, tratándose del Mesías. Y siglos más tarde fueron los magos, “hijos del oriente”, que siguiendo a una estrella, trajeron a Jesús los tres regalos en su nacimiento. Números 24:17; Mateo 2:1, 2, 9-11.
Ejemplos de “estrellas” negativas encontramos por ejemplo en Apocalipsis 12:4, 7-9, donde los ángeles caídos (los demonios) son representados como “estrellas”, lanzadas del cielo a la tierra, tal como su líder, el mismo diablo. Isaías 14:12; Ezequiel 28:17. Todos los ángeles caídos son descritos como “estrellas errantes”. Judas 1:13.
Las “estrellas” que encontramos en la tercera y quinta “trompeta” (Apocalipsis 8:10; 9:1) no pueden ser consideradas “estrellas” negativas, por su rol histórico. Ellas no pueden ser líderes de la iglesia cristiana, pues Dios no utiliza su pueblo para azotar al poder opresor romano mediante la fuerza bélica. Pero tampoco pueden ser `agentes satánicos´ (“estrellas” negativas), pues las trompetas apocalípticas son en sí respuestas divinas al clamor por “justicia” y “venganza” de los santos mártires de Apocalipsis 6:9-11, y se dirigen directamente contra el “dragón” y su “bestia” entronizada, es decir Roma (en sus dos fases). Apocalipsis 13:2. El contexto profético general nos muestra que los sonidos de sus trompetas simbólicas llegan hasta el mismo clímax del juicio contra “la ramera” babilónica. Apocalipsis 17:1. Y finalmente lanzan el “dragón” al “abismo” y lo “encierran” ahí. Es importante reconocer que en la quinta trompeta un “ángel” abre el pozo del abismo con una llave, y al final de la séptima trompeta, otro “ángel” cierra el pozo del abismo con la misma llave, pues encadena al “dragón”. Apocalipsis 9:1, 2, 11; 20:1-3. De esta manera los simbólicos “ángeles” de la quinta y de la séptima trompeta trabajan en cooperación para hacer caer a la Babilonia simbólica y espiritual del fin, prender al diablo y liberar al pueblo de Dios de la opresión. Observe además que la apertura del pozo del abismo inicia con los eventos de los tres “ayes” yse cierra nuevamente al final de estos eventos.
¡Atila (la “estrella” de la tercera trompeta) participó en la caída de Roma Occidental y Mahoma (la “estrella” de la quinta trompeta) fue responsable de la caída de Roma Oriental, y la disminución y restricción del poder romano papal!
Otros dos detalles que confirman la simbología de esta “estrella” profética en el Islam son los siguientes:
1) Mahoma estableció un culto alrededor del santuario de la Mecca como ejemplo práctico para la fe de Abraham. Se dice que la piedra negra en la esquina este de la Kaaba es un meteorito, es decir “una estrella que cayó del cielo”. Fuente.
2) La estrella es además un símbolo principal del Islam. Está presente en muchas banderas de países pertenecientes al mundo islámico y aparece encima de muchas de sus mezquitas, tal como la cruz es un símbolo cristiano y aparece en muchas banderas de naciones cristianas y encima de muchas iglesias cristianas (sobre todo católicas).
El ángel del abismo – el destructor de Roma
Sucede que la “estrella” de la quinta trompeta es a la vez el “ángel del abismo”. Apocalipsis 9:1, 11. Sabemos que la palabra “ángel“ viene del griego `angelos´ y significa `mensajero´. El texto dice que las langostas “tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo”. Ya vimos que el “abismo” es un símbolo para el desierto de Arabia, que las “langostas” son un símbolo de los árabes y que la “estrella” es un símbolo para Mahoma. Fue Mahoma quien unió a las tribus árabes y a otros pueblos que aceptaron el Islam como ser los bereberes, los persas y los turcos.
¡El título más importante de Mahoma era y sigue siendo <<El Mensajero de Dios>> que describe lingüísticamente perfectamente al apocalíptico “ángel del abismo”!
La Biblia nos revela que “las langostas… no tienen rey“ pero aun así „salen todas por cuadrillas“. Proverbios 30:27. Y cabalmente, los musulmanes no tienen un rey parecido a un `papa´ como lo tienen los cristianos católicos y Mahoma murió antes que los ejércitos de “langostas” atacaron ordenadamente a Roma, cumpliendo cabalmente la predicción.
La profecía revela que el nombre del “ángel del abismo” es en hebreo “Abadón” y en griego “Apolión” que significa `destructor´. Apocalipsis 9:11. Esto se cumplió a la perfección, pues ¡Mahoma y el Islam llegaron a ser literalmente “el destructor de Roma”! Y así lo llamaron seguramente aquellas personas descritas en Apocalipsis 9:20 que sufrieron y que fueron destruidos bajo esta potencia musulmana, y que experimentaron sus terribles azotes.
Recordemos una parte de la impresionante cita católica romana del tema anterior (98) bajo el subtítulo “La transición del arrianismo al Islam”, donde decía:
“Para el 630 toda la Galia era católica desde hacía largo tiempo… Y fue justo en ese momento, un momento de aparente universal y permanente catolicismo, que cayó un golpe inesperado de inaudita magnitud y potencia. De pronto surgió el Islam. Vino del desierto y avasalló a la mitad de nuestra civilización. El Islam – la enseñanza de Mahoma – conquistó inmediatamente por las armas.” Fuente.
Recuerde que en el tema 104 (cuando analizamos `el libro de la verdad´ de Daniel 11) vimos que ¡la palabra de Dios definió a Roma como `el destructor del pueblo de Dios´; aquella potencia destructora por excelencia! Roma fue la primera potencia que recibió esa definición. Y ahora vemos que Dios describe a una segunda potencia como “destructora”; tratándose del Islam que fue “el destructor” de Roma durante siglos. Ese ha sido su rol histórico y profético que cumplió durante los primeros dos “ayes” de la quinta y sexta trompeta, como veremos con más detalle a lo largo de esta secuencia de temas de Apocalipsis 9.
Lo que observamos aquí podría entenderse como retribución divina: ¡`el destructor del pueblo de Dios´ es destruido por otro destruidor, `el destructor de Roma´! La palabra de Dios solo menciona a dos potencias históricas como “destructoras”, siendo éstas Roma y el Islam.
Y estos dos “destructores” han estado enfrentándose a lo largo de muchos siglos. En el tema final de esta secuencia analizaremos el tercer y último “ay” del Apocalipsis y veremos de qué manera se cumplirá el rol histórico y profético del Islam como “destructor de Roma” en su fase final una vez más, antes del retorno de Jesucristo en gloria y majestad.
En el siguiente tema seguiremos analizando la quinta trompeta y analizaremos varios símbolos adicionales que se cumplieron perfectamente en la historia como ser “la llave del abismo”, la simbología del “sello de Dios en la frente” de los perdonados y “la hierba verde y los árboles”. También conoceremos el primero de los dos tiempos proféticos asignados a la historia del Islam en su relación con Roma; los “cinco meses”. Además entenderemos la impresionante transición de “atormentar” a “matar” y de qué manera “una tercera parte” de Roma fue afectada.
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